Mundo ficciónIniciar sesiónEl restaurante en el corazón de Singapur era expansión de lujo que parecía haber sido diseñada para conversaciones que requerían privacidad absoluta. Las paredes estaban revestidas con paneles de madera oscura que absorban el sonido, transformando cada palabra en secreto que permanecía contenido dentro de los límites de la habitación privada. La mesa estaba puesta con vajilla que costaba más que el salario anual de la mayoría de los mortales que caminaban en las calles abajo.
Diego estaba sentado frente a Valentina. Entre ellos, el bebé Hermann dormía en una cuna portátil que parecía incongruente en contexto de negociación tácita que estaba ocurriendo. Valentina tenía los ojos rojos, no de llanto sino de furia contenida que ha







