Mundo ficciónIniciar sesiónLa cabaña en la jungla costarricense se había convertido en el confín que contenía toda la urgencia del universo. La estructura de madera parecía temblar bajo la respiración del viento húmedo, como si incluso la naturaleza estuviera conteniendo el aliento. Valentina estaba de pie contra la pared, con sus brazos cruzados sobre su pecho, como si intentara mantener su propio corazón dentro del cuerpo mediante una fuerza de voluntad que rozaba lo imposible. Diego permanecía frente a ella, con la expresión de un hombre que sabía que estaba a punto de pronunciar unas palabras capaces de desgarrar algo que ambos habían cosido cuidadosamente durante años.
—Voy solo —dijo Diego.
—Entonces vamos juntos —respondió Valentina, con una voz que se sent&i







