Kalila casi no hablo ese día, y al ingresar sola en su cuarto, sus destinados comprendieron que esa noche, ni la quimera bebería de su lago de vida, ni el fénix ardería en las llamas de la pasión y solo lo aceptaron.
Y la situación no cambio al día siguiente, era ridículo como el ambiente parecía perder brillo, por solo verla perdida en su mente, Tahiel no oía a Kiriko, por más que tratara de comunicarse con ella, y Kalila parecía no ver a nadie, solo se movía como espectro por el lugar.
— Tal parece que el encuentro con tu papito te dejo más silenciosa de lo que eres. — Declan y su comentario burlesco, causaron el gruñido de Tahiel, y la mirada molesta de Kalila, algo que Nuriel e Ikigaí agradecieron, pues la joven no había hecho ni un gesto desde el día anterior.
— Es lo que suelo hacer cuando algo me molesta Declan, ¿recuerdas? — el vampiro arrugo su entrecejo y Kalila prosiguió., pues por más contradictorio que fuera todo, solo esos seres la habían llevado a un límite donde ya no s