Un mes, un bendito mes sin saber absolutamente nada de él. Recordó la última vez que Jaime estuvo involucrado en una batalla, ella se había puesto caprichosa y loca por no saber nada de él en días. Pero él había estado muy ocupado arreglando todas las cosas, después con el tiempo ella se había amoldado a su falta de presencia, a su ocupada vida y a sus esporádicas visitas.
Pero él le había prometido que todo eso había terminado, que su relación avanzaría y ella quería confiar firmemente en él.
Aunque debía admitir que moría por una llamada de cualquiera del reino.
Miro por su ventana algo s