80. Miedo al rechazo
El corazón de Dayana latía al mil por hora lleno de adrenalina y miedo, respiraba por la boca con dificultad, su corazón casi se detiene de repente al darse cuenta que a quién le había estrellado el jarrón fue a Alexander.
— ¡Alexander! ¿¡De demonios haces aquí a esta hora!? ¡¿No sabes tocar?!.– Ella corrió hacía el, arrodillandose sintiéndose muy culpable.
— Si toque... pero después me di cuenta que estaba abierto y decidí entrar.
— Eso no se hace, no fue buena idea
— Si ya me di cuenta...
Dayana ayudó a Alexander a levantarse y lo llevó a la sala para que se recostará en el sillón, cerro la puerta y corrió al baño por el botiquín de primeros auxilios, apartó la mano de Alexander y empezó a limpiar la herida.
— ¡Con cariño!, me lastimas... tienes muy buen brazo sabes
— Lo lamento.
Dayana se encogió de hombros sintiéndose culpable por lo que le acaba de hacer al pobre Alexander, por suerte no fue una herida muy profunda, bastó con limpiarla y ponerle un apósito. Cuando terminó de li