Los ojos de Elizabeth se desviaron hacia Juan antes de decir - Claro, vamos al carruaje.
Al llegar a la carroza, permitieron que Elizabeth se subiera primero para luego sentarse en el asiento contrario a ella. El carruaje se agitó, luego, empezaron a avanzar. Hubo un profundo silencio por un tiempo. Hasta que, Elizabeth lo rompió - este caballero es tu…
María enrojeció - es mi… - Miró a Juan y a Elizabeth intermitentemente para después susurrar - novio - agachó la cara, poniéndose más roja aún.
-oh, si ese es el caso - se dirigió a Juan - Mucho gusto - sus manos estaban en su regazo, manteniendo la espalda recta a pesar de la agitación del carruaje.
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