Este elogio le valió a Ruby una mirada dura. Natasha había estado resistiendo los persistentes intentos de hacerla reconsiderar, no solo de su madre, sino también, en ocasiones, de Candy.
''Mamá, esto no es lo mismo. No tengo un estilo de vida que me permita ser la madre que debería ser, no con todo mi trabajo y mis viajes. Voy a hacer lo mejor para el bebé. Estar conmigo no es lo importante. Te lo dije, yo...''
Se tomó un momento para recuperar la compostura, con la mirada fija en sus manos, aún cruzadas sobre el estómago. "No puedo hablar de esto ahora, por favor. Los padres adoptivos deberían haber estado aquí hace rato. Los estoy esperando".
—Bueno, voy a ver al bebé. Di lo que quieras sobre encariñarte, quiero ver al hijo de mi niña. —Ruby se levantó y se inclinó para besar la coronilla de Natasha—. No te preocupes. Sé que esto es duro para ti. Estarás bien pase lo que pase. Mamá está aquí para ti.
Natasha asintió suavemente. "Lo sé. Gracias. Nos vemos en un rato. Voy a intentar