(30)

Mathew había abierto sus hermosos ojos color gris. Sus pestañas largas tenían algunas lágrimas.

Yo no paraba de llorar, aun dudando si esto era un sueño o era real. Pero era real, Mathew estaba completamente despierto. Los doctores y enfermeras me hicieron a un lado, para poder checar que Mathew se encontrara estable, ya que empezó a tener problemas con el respirador, ya que, al despertar, ya no lo necesitaba para respirar, así que se estaba ahogando.

–¡Tranquilo! –El doctor tranquiliza a mi esposo, mientras le ayuda con su respiración. –Respire con la nariz. –Le pide mientras varias enfermeras están a su lado, sosteniéndolo para que no se asuste más y salga volando por la habitación. –¡Bienvenido otra vez! –Sonrío el doctor más estable.

Mathew era un gran hombre, así que varias enfermeras se aseguraron de que el hombre, estuviera lo suficientemente tranquilo, para que pudiera verme de nuevo. Sus ojos grises estaban bien abiertos, sabía que se estaba preguntando en donde estaba.

Las e
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
capítulo anteriorpróximo capítulo

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App