"Rafael"
Cuando Rubens me dijo que Hana no estaba en su escritorio sentí el mundo desmoronarse a mi alrededor, eso no debería estar pasando, Hana me prometió que no saldría de ahí y no debería haberla dejado sola, porque Hana es un tanto intrépida, incluso habiendo pasado por todo lo que pasó, todavía parecía no evaluar el peligro antes de ir hacia él.
—Papá, ¿qué está pasando? —Giovana preguntó mientras hablaba con Rubens, estaba muy nervioso y todo lo que pensaba era que si no hubiera salido de ese maldito hospital ella estaría segura.
—Giovana, ¡ahora no! —Respondí, pero no se conformó.
—¡Ah, ahora sí! ¿Qué le pasó a Hana? ¡Quiero saber! —Giovana me encaró sin ningún miedo y con expresión feroz.
—Dios, ¿no podías haberme dado una hija de personalidad más afable, una que no fuera tan atrevida y le gustara tanto probar mi paciencia? —Me froté la mano en la cara y cuando encaré a Giovana me estaba mirando con los brazos cruzados.
—Él mandó decir que te dio lo que te mereces, papá