"Hana"
¡Mi psicogato se veía tan lindo ahí parado cerca de la ventana mirándome! Dijo que no quería distraerme, pero era imposible no distraerme con él ahí enfrente de mí. Pero recibió una llamada que aparentemente lo irritó.
—Mi flor, necesito ir a la escuela de Giovana. Parece que mi hija decidió armar lío con la profesora de matemáticas el primer día. ¿Será que Fernando te libera para venir conmigo? —Rafael se frotó las manos en la cara. —Parece que el huracán todavía no pasó.
—Qué extraño, Gi estaba tan tranquila esta mañana, hasta riendo. ¿Será que no es manía de la profesora? —Pregunté y soltó una risita.
—¡Listo, Giovana ahora tiene una defensora! —Bromeó.
—Psicogato, ella me defendió primero y con eso creamos una especie de vínculo en que una va a defender siempre a la otra. La vida es así, ¡conténtate! —Bromeé y recibí esa carcajada sabrosa que me dejaba feliz. —Pero no puedo ir contigo, tengo mucho trabajo y todavía es temprano para la hora del almuerzo.
—Entonces voy a