"Rafael"
Con la declaración de Hana resonando en mi cabeza y dejándome en las nubes la llevé al trabajo. No quería separarme de ella, pero tenía que trabajar y yo tenía que cuidar a Giovana. Mientras la besaba en la puerta del hospital Rubens apareció con cuatro vasos de café en una bandeja de cartón.
—¡Miren a mi pareja! —Nos saludó todo sonriente.
—Qué alegría. —Bromeé y sonrió.
—Jefe, espero que no te moleste que yo... —Comenzó a hablar y comencé a reír.
—¡Rubens, como si el que me molestara fuera a cambiar el hecho de que estás interesado en la tía de mi hija!
—Órale, Rafa, no cambiaría y ni me importaría, pero si no hay problema para ti es mejor. —Respondió riéndose y me entregó un vaso y otro para Hana. —Aquí, hasta te traje café. ¡Y esto, se lo entregas a mi llorona! —Me entregó una bolsa de una tienda de chocolates.
—¿Pasaste la noche con ella y todavía me haces de mandadero? —Bromeé.
—No pasé la noche con ella, la mitad de la noche nomás, allá en el bar y después la de