"Rafael"
Estaba sentado mientras Rubens se movía por la pequeña cocina, que parecía aún más pequeña con él ahí. Yo era grande, pero Rubens realmente era un brutote, como decía Hana. Le expliqué la situación y el motivo de que Hana estuviera molesta.
—Jefe, tranquilo, la pequeña va a entender. Fue bueno que la señorita viniera a explicar. —Comentó y puso una taza de café frente a mí. —Tómate eso, tienes una cara pésima.
—Ojalá entienda, pero se está tardando. ¿No crees que se está tardando? —Pregunté inquieto.
—Es así, jefe, ¡tómate el café! —Rubens señaló la taza frente a mí.
—¡Mmm, qué rico olor a café! —Rubia entró a la cocina y puso la mano en mi hombro. —Ve. Hice lo que pude. —Su expresión no era muy alentadora. Pero me levanté rápido.
—Jefe, ¡el café! Aquí, llévale, hazle un cariñito. Le gusta el café. —Rubens me entregó otra taza y salí corriendo hacia la sala.
Puse la taza de café sobre la mesita frente a Hana. Estaba encorvada, con los codos apoyados en las rodillas y la