"Rafael"
Estaba en la sala de espera, que no era tan calmante como la de Yusei, pero también era tranquila y transmitía sobriedad. Hacía mucho tiempo que no venía aquí y ya debería haber venido hace mucho tiempo. La puerta se abrió y ese rostro sonriente y que transmitía mucha más tranquilidad que la sala de espera de Yusei me sonrió.
—¿El buen hijo a la casa vuelve? —El psiquiatra caminó en mi dirección y me estrechó la mano.
—¡Dijiste que la puerta estaría siempre abierta! —Lo abracé—. ¡Hace mucho tiempo, Nelson!
—Oficialmente hace, pero me mantienes informado con las llamadas de vez en cuando y ando sabiendo de las cosas por otros medios también, estás yendo bien. Pero me alegra que hayas venido. ¿Entramos?
—¡Claro! —Caminamos hasta la sala y cerró la puerta y nos sentamos en el gran sofá gris.
—Sabes cómo funciona, Rafael, estoy aquí para escucharte.
—Me diste de alta, Nelson, pero tengo miedo de que aquello esté volviendo, esa rabia que sentía del mundo y me robaba la capac