"Hana"
Ya habían pasado dos días desde que todo sucedió en el hospital. La dirección estaba en remodelación, ya que había quedado llena de agujeros de bala en todas las paredes, y yo estaba acompañando todo. Pero recibí un recado del ortopedista, había mandado informarme que iba a quitarle las vendas a Frederico, que finalmente había despertado.
—Brutote… —Me volteé hacia Rubens.
—Después de todo lo que pasó, no voy a decirte que no vayas. ¡Vamos! —Rubens se dio por vencido.
Entramos a la UCI y una de las enfermeras indicó la cama. Caminamos hasta allá, había dos médicos y una enfermera en la cama y Frederico estaba despierto y agitado.
—¡Frederico, es mejor que te calmes! —El ortopedista sugirió—. Tuviste varias fracturas, tu mandíbula está totalmente fijada por medio de tornillos y placas, por favor, cálmate para evitar un accidente.
Frederico gesticulaba insistentemente, pero no hablaba nada.
—Aquí, Frederico, escribe.
El otro médico ofreció una tablilla y una pluma. Frederi