"Rafael"
Cuando me levantaron estaba jadeante, todavía mirando a los dos hombres en el suelo, pero la imagen de Flavio y Renatita esposando a los dos me trajo de vuelta de ese estupor.
—Carajo, destrozaste a los tipos. ¡Hospital para los dos! —Flavio se acercó a mí—. Pueden soltarlo.
Miré a los lados y tenía dos policías sujetándome, me soltaron y Flavio puso la mano en mi hombro.
—¿Estás bien? —Flavio preguntó.
—¡No! No me gusta pelear. Pero estos idiotas aparecieron... por cierto, ¿cómo llegaron aquí? —Respondí, intentando recuperar el aliento.
—Cuando salimos de tu casa, notamos un auto parado en la esquina de tu edificio. —Flavio comentó.
—Lo noté, allí está prohibido parar. Pero pensé que estaba paranoico. —Comenté.
—No, no lo estás. Anoté la placa y chequé. Placa fría. Entonces le llamé a los policías que están en la esquina y pedí que observaran, pero sin abordar para no dejar el edificio expuesto. Iba a mandar otra patrulla a checar, pero saliste y me informaron que el