"Hana"
Ya pasaban de las diez de la mañana cuando desperté. Estaba tan cansada y dormí tan profundamente que ni vi a Rafael levantarse. ¡Este hombre dormía muy poco! Todavía tenía sueño, pero necesitaba ir a trabajar. Me levanté, fui al baño, tomé mi ducha y me arreglé para el trabajo.
Cuando llegué a la sala vi a Rafael en el sofá, todo concentrado en unos papeles. Estaba siempre trabajando, incluso cuando no estaba en el bar y ni tenía idea de que un bar diera tanto trabajo así. Me acerqué despacio, silenciosamente, estaba tan concentrado que ciertamente no había notado mi presencia.
—Me encantaría que vinieras corriendo y saltaras a mi regazo. —Habló simplemente, sin quitar los ojos de los papeles que estaba leyendo.
Me detuve, estaba a medio camino entre el pasillo y el sofá, y me preguntaba cómo me notó si estaba tan concentrado y yo no hice ningún ruido.
—¿Estás fingiendo que estás leyendo, psicogato? —Bromeé y soltó los papeles sobre el sofá y me miró, con esa sonrisa entre