"Hana"
Suzy lo había logrado otra vez, me había desestabilizado. Mi cabeza estaba dando vueltas mientras intentaba recordar cualquier cosa que pudiera indicarme si el cretino de Gregorio me había tocado o no, pero no tenía ninguna idea. Lo único que podía pensar era que Frederico podría decirme.
Pero no podía ir tras Frederico en ese momento, tenía que llamar al abogado para que consiguiera una autorización para la visita. Entonces fui al hospital y, antes de ir a mi mesa de trabajo, fui a la sesión con mi psicóloga e hice lo que Rubens sugirió, intenté entender cómo no pensar en aquello o cómo lidiar con aquello. Si Gregorio me hubiera tocado... ¡ah, eso era horrible de tantas maneras! Pero no recordaba nada.
Durante la sesión hablé, lloré, me desesperé, me puse muy irritada y desahogué sobre ese miedo que Suzy plantó en mí, uno más. Esa sala era un lugar seguro para mí, donde podía mostrar mi fragilidad, donde podía hablar en voz alta sobre mis peores miedos, donde no me sentía ju