"Flavio"
Después de un fin de semana cansado y lleno de rarezas sucediendo, estaba pensando en terminar de una vez con ese caso que Rafael me tiró en las manos y tomar vacaciones para disfrutar a mi familia.
—¡Buenos días, grandote! ¿Pensando en mí? —Manuela entró en la cocina, vino en mi dirección y abrí los brazos para recibirla.
—¡Buenos días, bajita! —Le di un beso y la levanté del suelo. Su vientre ya estaba grande y cada día estaba más linda. —¡Siempre estoy pensando en ti!
Me di vuelta y la puse sentada sobre la barra donde estaba apoyado, pasé la mano por su vientre y le di un beso.
—¡Buenos días, hijo! —Susurré y me levanté para mirar a mi bajita. —Bajita, ¿te acuerdas de lo que acordamos ayer?
—Sí, mi grandote. Esquema de seguridad personal para mí y para Azucena. —Repitió y sonreí.
—¡Eso! Los guardias ya están esperando, ya dejé las reglas establecidas y ya sabes cómo funciona. —Pensé por un momento y entonces resolví hablar de una vez. —Bajita, creo que de aquí en ad