"Flavio"
Estaba en la oficina del director de la cárcel esperando que mi informante fuera traído por los guardias, lo que estaba demorando mucho.
— Disculpe la demora, delegado, pero Pan con huevo estaba prestando servicios. — dijo uno de los guardias al entrar con el preso y colocarlo sentado frente a mí. El tipo de servicio que Pan con huevo prestaba era como el de las chicas del sube y baja, pero el pago que recibía no era en dinero.
— Uy, si hubiera sabido que eras mi delegadito habría dejado que Cavaco se arreglara solo. — el preso se sentó y cruzó las piernas con la delicadeza de una dama. Pero Pan con huevo era en realidad algo muy caricaturesco, con la voz afeminada y gestos graciosos.
— ¡Tú no eres mi tipo, Pan con huevo! — respondí y él rió.
— Ay, delegadito, ¡pero tú sí eres muy mi tipo! ¡Todo grande! ¡Uuuuu! — se inclinó hacia adelante con una sonrisita ridícula.
— Pan con huevo, ¡deja la payasada! Vamos a hablar en serio aquí.
— Pero hablé en serio. Uf, ¡qué falta d