"Melissa"
No sé cómo estaría si no fuera por toda la red de apoyo que se estableció a nuestro alrededor, tal vez no habría aguantado hasta aquí. Nuestros padres se quedaron por acá, pero aun así, nuestros amigos estaban listos y presentes en cada momento, hicieron otro cronograma y aunque sus hijos ya habían nacido, se turnaban para estar presentes todos los días. Y Sandra y Douglas pasaban el día vigilando a mis hijos.
Enzo y Luna también se estaban turnando, todos los días uno de ellos iba al hospital y se quedaba toda la tarde afuera de la sala observándome con Leona por el vidrio y no me dejaban saltarme ninguna comida. Cuando creían que estaba cansada, pedían entrar y quedarse un rato con mi bebé, como si yo no supiera que me estaban haciendo descansar un poco. En esos momentos iba hasta la oficina de Fernando y me quedaba con él, tomando aire y reuniendo fuerzas para continuar sin perder la fe y la esperanza.
Sin embargo, esta mañana tenía el corazón apretado. Mis bebés estaba