"Heitor"
Tenía que admitir que Enzo tenía razón, las únicas personas capaces de sacarle una información confidencial al Sr. Perfecto serían Melissa y Adele y yo me metí donde no me habían llamado y perdí las novedades. Ahora tenía que lidiar con mi creciente interés por las actualizaciones de la evolución social, estando encerrado en mi oficina lidiando con todo el trabajo que se volvió urgente porque dejé de hacerlo a tiempo. Pero yo estaba ayudando a organizar la boda de la loca y ella no debería haberme castigado con esto.
—Heitor-cito, ¿ya terminaste con esos reportes? —Adele entró a mi oficina por quinta vez desde que me dejó solo después del almuerzo.
—Mini Yo, estoy trabado. —Confesé.
—¿Trabado? ¿Trabado con qué, Heitor-cito? No es como si estuvieras creando una obra de arte. —Se puso las manos en la cintura y me miró—. No te hagas el perezoso, porque si el viernes tu trabajo no está en orden, vamos a trabajar el sábado y, si es necesario, el domingo.
—¿Para qué eso? Los fi