"Domani"
Ya tenía una semana que estaba en esa celdita y ya estaba cansado de la palabrería de Frederico y del Brilloso, aparentemente los dos se habían vuelto mejores amigos, conversaban todo el día y hasta cantaban a dúo. ¡Era un verdadero castigo!
—Domani, la semana que viene vamos al patio de convivencia, tienes que mandar a tu abogado a hablar con tu sobrino para que traiga el dinero para que compremos un teléfono aquí y los cigarros, ¿entendiste? —Frederico me habló una vez más y yo estaba pensando en cómo librarme de esa situación.
—¡Cambia el disco, Frederico! Solo hablas de eso. —Me quejé.
—Es para que no se te olvide. No sabes cómo es la cárcel, Domani, esa otra vez saliste rapidito, pero ahora, creo que no va a ser así y ya que tienes dinero, puedes y vas a facilitarnos la vida aquí. —Frederico respondió y le di la espalda, no me interesaba la conversación, estaba preocupado por mi situación, por lo que me diría el abogado y cuándo vendría a verme.
—Farmacito, tienes vi