"Melissa"
Después del almuerzo que fue interrumpido por los muchachos, pero con un motivo más que justo y agradable, después de todo, era tan bueno almorzar con ellos como ver a Hana y Rafael en ese juego de gato y ratón era muy divertido, fuimos a mi apartamento, teníamos una boda que organizar ¡y era la mía!
Preferí no presionar mucho más a Hana sobre el asunto con Rafael, quería que se entendieran, estaba clarísimo que los dos estaban interesados, pero Hana era medio cabeza dura, entonces estaba observando todavía para saber si necesitarían una ayudita.
—Muy bien, tropa, el asunto es el siguiente, mi boda con mi príncipe va a ser ¿qué? ¡Perfecta y encantada! —sonreí y las chicas me dieron una salva de aplausos que me hizo reír aún más.
—¿Por dónde empezamos, Mel? —preguntó Manu.
—Llavecita, diferente de ustedes que estaban perdidas cuando aceptaron casarse, yo sé todo lo que quiero. Solo un minutito. —fui hasta mi cuarto y tomé la caja que estaba escondida en el fondo del últim