"Ilana"
¡Cómo pude ser tan idiota! Isidoro me había pasado por encima y ahora estaba haciendo conmigo lo que se le daba la gana. No logró impedir que Vladimir me entregara y todavía me estaba chantajeando, amenazando con poner toda la historia en el regazo del viejo si no hacía todo lo que él quería. Y peor, ¡cuando la historia del nerd llegara a oídos del viejo estaba jodida! Necesitaba buscar la forma de librarme de Isidoro. Tal vez pudiera librarme de él y echarle la culpa a Anabel. Necesitaba pensar en una solución.
Y para empeorar, además de lidiar con mis problemas, mi madre todavía pensaba que tenía que ayudar con los suyos. No sé qué se le metió en la cabeza para mandarme ese mensaje, mandándome ir hasta la casa de su amante y explicar que no podría ir a encontrarse con él. Pero mandó un "yo pago" al final del mensaje que me convenció.
Estacioné y bajé del carro, toqué el intercomunicador y esperé.
—¿Quién es? —La voz masculina y brusca me asustó.
—Irina me mandó —respondí