"Donaldo"
Como habíamos acordado, al inicio de la noche me reuní con los muchachos en la casa de Patricio. Tenía una sala de juegos muy agradable y cuando llegué ya estaban todos ahí. Después de las cortesías de la llegada, Patricio me mostró dónde estaba todo y me dejó cómodo.
—¿Los papás no se van a unir a nosotros? —Pregunté sintiendo la ausencia del padre de Patricio y de Átila.
—No, aceptaron una invitación de mi mamá y su marido. Deben estar acabándose el vino. —Heitor movió la cabeza con una sonrisa de quien se acordaba de algo. —La última vez que mi mamá reunió a los amigos, su fiestecita duró tres días. Dicen que son reuniones memorables, pero hasta donde pude averiguar son verdaderas parrandas.
—Eso suena divertido. —Comenté.
—Sí, pero está prohibido para menores de cincuenta y cinco años. —Patricio se rió. —Tengo muchas ganas de saber qué pasa ahí.
—Solo después de los cincuenta y cinco y aún falta bastante. Por ahora, conténtate con el póker. —Heitor se burló del amig