"Anabel"
Me extrañó que Rick ya se hubiera ido de la oficina cuando Douglas vino a avisarme. Después de nuestra conversación esta mañana no tuve más noticias de él, pasé el día sumergida en el trabajo y, si no fuera porque Sandra puso la comida en mi escritorio y me dijo que comiera, ni hubiera almorzado. Eso me hizo pensar que debería tener más cuidado ahora, necesitaba cuidarme por el bien de mi hijo.
Llegué a casa y me extrañó que solo las luces indirectas de lámparas y faroles estuvieran encendidas y aun así, ni siquiera eran todas. La casa estaba sumergida en una iluminación tenue que le daba un aspecto agradable y la dejaba aún más acogedora. Pero Rick caminando de un lado para otro en la sala desentonaba con ese ambiente calmado y relajante.
—¡Llegaste! —Me dijo al verme, parecía ansioso al caminar hacia mí, abriendo los brazos para recibirme.
Me abrazó fuerte, como si tuviera mucha nostalgia y solo después me dio un beso, suave y lento. Después me miró fijamente, me miró bi