"Anabel"
Me había reunido rapidito con las chicas para contarles cómo había reaccionado Rick a la noticia del embarazo y saber cómo había sido con ellas y acababa de volver a mi escritorio cuando Rick apareció en la puerta.
—¿Esta puerta siempre está abierta, muchacha bonita? —Preguntó con esa sonrisa linda.
—¡Siempre, mi corazón! Para que el equipo sepa que puede venir a mí siempre que necesite. —Me levanté y lo abracé.
—Eres accesible. —Concluyó. —Pero voy a cerrar por un minuto, porque necesito hablar contigo.
—Y por lo visto, parece serio. —Noté cierta vacilación en su tono de voz.
—Sí, desafortunadamente. —Suspiró y cerró la puerta mientras yo me sentaba. —Taís me llamó ayer y me llamó hace un rato. No te conté ayer porque con la noticia maravillosa que me diste me olvidé de esa mujer, pero volvió a llamar.
—¡Es una perra! ¿Qué quiere?
—Repetir todo eso que su papá le dijo al mío. —Respiró hondo. —Está volviendo, Ana.
—¿Qué te preocupa, Rick?
—Tú y nuestro bebé. No quier