"Lisandra"
No tenía intención de dormir en casa de Patricio, pero terminé quedándome dormida. Extrañamente él estaba más que dispuesto a convencerme de dormir allí y no entendía por qué, ya que aún no me amaba y tampoco solía hacer las cosas solo para complacer a la madre.
Pero la tía Lucinda no me dio opción y no sabía qué hacer. Ahí apareció Patricio lleno de cariño, con mi helado favorito y diciendo que quería que me quedara. Supo manejarme muy bien, fue tan irresistible que me relajé demasiado y hasta me dormí.
Pero ahora estaba bien despierta y necesitaba irme a casa pronto. Estaba conversando con mi madre y la tía Lucinda, cuando noté a Patricio de pie cerca de la escalera mirándome, me miraba de una manera, como si fuera la cosa más hermosa y preciosa que había visto jamás, sus ojos estaban brillando y tenía una media sonrisa de quien se pierde en contemplación. En un impulso le tiré un beso al aire, fue un impulso, pero la sonrisa que recibí de vuelta fue arrasadora, simplem