"Patricio"
Después de mi encuentro furtivo con mi asistente sobre mi escritorio de trabajo no la vi más por el resto de la tarde, después de todo, necesitábamos trabajar. Y trabajé con una gran sonrisa en el rostro.
Al final del día, salí de mi oficina y no la vi sentada en su escritorio. Tampoco estaba con Manu.
—Manu, ¿viste a Lisandra? —Manu me miró pareciendo muy satisfecha con mi curiosidad.
—¿Tu asistente, Pat? —Manu estaba jugando conmigo.
—¡No, Manucita! Mi novia. Esa mujer linda, que tiene esos cabellos negros largos y dos ojos brillantes, también tiene piernas hermosas y una manera de ser que conquista a todo mundo. ¿La viste? —Manu tenía una sonrisa aún mayor, divirtiéndose con mi buen humor.
—Sí, conquista a todo mundo, hasta ya te conquistó, ¿verdad? —Manu se rio.
—¡Sí! —Le respondí sin pensar y solo después de hablar fue que me di cuenta—. Sí, me conquistó. —Extrañamente esa admisión había sido como soltar el aire después de contener la respiración por un tiempo.