"Lisandra"
No podía creer lo que estaba escuchando. Estaba ahí, finalmente queriendo estar conmigo, ser mi novio. No era una declaración de amor, pero sentí, por primera vez que tenía la oportunidad de conquistarlo ¡y cómo quería conquistarlo! Algo ya sentía por mí o no estaría tan preocupado de que me alejara o de que me interesara por otro.
—¿Novia? —Probé la palabra y me parecía que me quedaba tan bien. Pero sabía que antes que nada, era necesario que aclaráramos totalmente lo que pasó en la discoteca.
—¡No me castigues así, mi dulce! ¿Sé mía, por favor? —Pedía en un tono de súplica. ¿Será que todavía no había entendido que siempre fui suya? Aun cuando él no me quería yo era suya.
—Patricio, ¿estás seguro de lo que estás diciendo?
—Una enorme seguridad. No te imaginas cómo me puse desesperado estos días sin saber de ti. No te imaginas cómo siento tu falta, la nostalgia que estoy sintiendo de ti, de tus besos, de tus caricias. —Pasaba la mano por mi cara mientras hablaba y yo es