"Lisandra"
Cuando el día empezó a amanecer me levanté, ya no podía quedarme acostada. Me arreglé para el trabajo, miré mi bolsa con ese chal amarrado en lazo, había quedado tan bonito que decidí no quitármelo, dejé una nota para Manu avisando que ya había salido y me fui al trabajo. Quería estar un rato más sola, no quería escuchar las historias de lo genial que estuvo la cena entre amigos. ¿Era mala persona por eso? Tal vez, pero me estaba dando ese derecho, de ser mala y estar dolida.
Fui a la oficina en metro y me senté en esa pequeña cafetería que estaba del otro lado de la calle. Estaba abriendo cuando llegué y aún era muy temprano para ir a la oficina. Me senté, pedí un café y me quedé observando el movimiento de la calle que aún era poco.
A las siete y media fui a la oficina, aún era temprano y nadie debería haber llegado. Entré y fui directo a mi escritorio, escribiría un email para Patricio explicando por qué debería renunciar y diciéndole que me quedaría hasta que encontra