"Melissa"
Estaba sentada frente a una mujer que había sido mi amiga, pero, en ese momento, parecía una extraña. Virginia estaba más delgada, con ojeras y ciertamente había estado llorando cuando llegué a ese hotel. Ahí frente a mí estaba desconfiada, llena de secretos y pareciendo cargar un secreto demasiado pesado. Sea lo que sea que haya hecho, por donde haya andado, con seguridad era algo que la llenaría de vergüenza frente a nosotros.
Hasta llegué a sentir pena, pero me acordé de cómo quedó Patricio y me acordé de mi padre diciéndome desde que era niña: "Melissa, necesitas aprender, eres libre en esta vida para elegir lo que quieras, pero ten en cuenta que tus decisiones tendrán consecuencias, buenas o malas dependiendo de lo que elijas, y vas a tener que lidiar con ellas sola". Y era eso, Virginia tomó decisiones y estaba lidiando con sus consecuencias.
—No sé si quiero contarte la verdad, después de todo, no eres un padre confesor. —Fue su respuesta. No quería hablar conmigo.