"Lisandra"
Mientras Patricio llevaba a esa pelirroja afuera, el nerviosismo se apoderó de mí. Él podría cambiar de opinión y darse cuenta de que no la quería fuera de su vida. Comencé a temblar y Melissa se dio cuenta. Me abrazó y me llevó al sofá, en el camino le pidió a Romano que me trajera un vaso de agua con azúcar. Me hizo sentar y se sentó a mi lado y después me entregó el vaso que Romano trajo.
—Bebe, Lisa, te va a ayudar a calmarte. —Hablaba con calma. No entendí cómo el agua con azúcar me calmaría, pero bebí de todas formas—. Lisa, escúchame, ¡él es tuyo! ¡Deja de sufrir!
La miré agradecida por sus palabras y rezando para que realmente fuera mío. Mis labios temblaban y ella insistía para que bebiera el agua. Pero Patricio se acercó y se arrodilló ahí frente a mí y me aseguró que no quería a la ex novia. Entonces, todos se fueron.
Estábamos solo Patricio y yo en su casa y me dijo que tenía una sorpresa para mí. Quería abrazar la felicidad de que hubiera elegido quedarse co