"Flávio"
Después de que el juez programó la bendita audiencia, parece que las cosas empeoraron mucho. Sabrina perdió el control y mi padre comenzó a presionarme para que fuera a Campanário todas las semanas, lo que era imposible.
El juego con los muchachos, en vez de ser una distracción, había sido un muro de lamentaciones: yo quejándome de mi situación con mi padre y Sabrina, Rick lloriqueando por causa de Taís que viajó para cuidar a su padre, Heitor quejándose del infierno que estaba pasando por culpa de su propio padre. Solo Alessandro y Nando no tenían ninguna queja. Y Patricio, él estaba extrañamente callado.
Melissa me avisó que Manu se había ido a casa más temprano porque tenía dolor de cabeza. Pensé que era mejor ir a casa y ver si estaba bien, pero cuando llegué ya estaba dormida. No quise despertarla, así que intenté no moverme en la cama y no la abracé para no molestarla. Pero no dormí y para mi desgracia mi celular sonó. Y ni necesitaba mirar para saber que era Sabrina.