"Flávio"
Me tomó días intentar suavizar las cosas con Manu, estaba seguro de que sospechaba algo, andaba muy callada y por los rincones, siempre demasiado cansada o con la cara metida en algún libro. Decidí llevarla a pasar un fin de semana en el hotel campestre al que la llevé en su cumpleaños. Un fin de semana solo para nosotros, sin interrupciones. Y fue perfecto. Volvió a sonreír y pasamos el fin de semana pegados, nos reconectamos, aunque todavía parecía desconfiar de algo.
El lunes entré a la comisaría con un propósito: resolver este problema que era Sabrina. Necesitaba darle solución a esto. Pero apenas llegué y fui sorprendido con una noticia que me irritó profundamente.
— Flávio, lamentablemente no tengo buenas noticias. —Bonfim me miraba como si me estudiara y pensara la mejor manera de dar el mensaje.
— ¿Qué pasó ahora, Bonfim? —Solté el bolígrafo en la mesa y me recosté en la silla.
— El gobernador quiere que seas transferido de vuelta a Campanário y el secretario está