"Manuela"
Me quedé mirando esa sala con la boca abierta. La sala estaba iluminada, como la primera vez que estuve aquí, pero diferente de la primera vez, estaba amueblada, lindamente decorada. Me quedé parada justo en la entrada, con los ojos absorbiendo cada detalle y la boca abierta de sorpresa.
—¿Qué fue lo que hizo Flavio? —Miré alrededor.
Miré una vez más esa sala enorme. Estaba todo lindo, demasiado lindo. La casa ahora era acogedora, parecía un hogar, ya no era solo un inmueble lindo y bien construido. Era el lugar perfecto para una familia grande y llena de amor.
Caminé por la sala, atenta a cada cosita puesta ahí, hasta salir por las puertas de vidrio que daban a la piscina. Pero, al contrario del interior de la casa, el lado de afuera estaba todo oscuro, no había ninguna lámpara encendida. Antes de poner el pie afuera miré intrigada hacia adentro. Cuando me volteé otra vez las luces se encendieron, pero, para mi sorpresa, no era Flavio quien estaba ahí.
Miré impactada ca