"Manuela"
Estaba encogida en ese sofá, llorando y pidiendo un milagro. Todo mi cuerpo ya dolía, de la paliza que me dio Rita más temprano. Pero, para mi tristeza, Rita no tardó mucho en regresar. Probablemente ya sabía lo que quería y regresó para aterrorizarme una vez más.
—¡Volví, ratoncita! Y adivina qué, tu hermanito Camilo quiere negociar conmigo. —Sonrió satisfecha. —¿Sabes lo que significa? Significa que voy a tener todo lo que quiero.
Se rio y me dio otra bofetada en la cara.
—Sabes, Manuela, voy a extrañar pegarte, es tan relajante. —Se rio y me dio otra bofetada.
Pero no estaba satisfecha, nunca lo estaría. Se sentó frente a mí y cruzó las piernas.
—Sabes, Manuela, cuidarte todos estos años fue lo más aburrido y cansado que he hecho en mi vida. —Miraba sus uñas.
—Tú nunca me cuidaste. —Ya que estaba siendo sincera, yo también lo sería.
—¿Qué dices, niña? No seas atrevida. —Rita se rio. —Sabes, mi mayor felicidad fue cuando quedé embarazada de Juliano, a él sí siempre