"Samantha"
Abrí los ojos y la habitación estaba oscura, lo que era extraño, pues me sentía descansada, como si hubiera dormido por horas. A decir verdad, me gustaría dormir por una semana y al despertar saber que el terror que viví ayer no fue más que una pesadilla. Pero no era así, desafortunadamente fue real.
Cuando cierro mis ojos, llego a sentir la repugnancia por el toque de las manos de Reinaldo en mí. En el fondo de mi garganta el nudo que se formó con el miedo del ataque de aquel monstruo, aún no se deshace por completo. Por más que no quisiera imaginar, yo sabía bien lo que habría pasado conmigo si Heitor no hubiera llegado. Ni siquiera sé cómo llegó, cómo me encontró. Lo único que sé es que llegó a tiempo y evitó lo peor, él me salvó.
Me encogí en la cama viendo su lado vacío. Jalé su almohada contra mi cuerpo y la abracé sintiendo su aroma. ¿Por qué no está aquí? ¿Será que después de ver a su padre agarrándome ya no podrá estar cerca de mí? Aunque haya sido a la fuerza y