"Alessandro"
Estaba impactado con todo lo que Doña Margarida ya había contado, pero ella no paraba de hablar y con cada nueva revelación me horrorizaba aún más con las cosas que sucedían bajo mis narices y no percibía.
— ¿Sabes esos detectives que contrataste para buscar a una chica? —preguntó y yo asentí—. Pues bien, me dio curiosidad, porque los veía a todos cuchicheando con Celeste cuando iban a verte. Al último lo vi un día con Junqueira y Celeste en esa cafetería pequeñita que está cerca de la oficina. Soy amiga de la dueña y siempre voy allí. Solo escuché a Junqueira decir que estaba muy satisfecho con su servicio, pero yo te había escuchado hablar con Patricio que él no había descubierto nada y que había dicho que era imposible encontrar a la tal muchacha, entonces ¿cómo podía estar satisfecho?
¡Dios mío, Doña Margarida era una bomba! Sabía demasiado y tenía respuestas para muchas preguntas. ¡Esta conversación llevaría horas! Necesitaba tomar aire y avisar a Catarina que no r