"Patricio"
La noche fue realmente muy divertida, a pesar de la molestia que fue encontrarnos con esos tres, pero Melissa resolvió la situación y todo aún se volvió una gran broma. Pero estaba muy feliz de poder llevar a mi novia a casa.
—¡Finalmente eres solo mía, mi dulce! —La tomé en un abrazo después de cerrar la puerta de casa.
—Qué egoísta, ¿no puedes compartirme un poquito? —Sonrió, pasando los brazos por mi cuello.
—Lo que más hice en los últimos días fue compartirte, pero ahora, te quiero solo para mí. —Le di un beso en el cuello.
—¡Qué codicioso! —Inclinó la cabeza a un lado para que continuara besando su cuello.
—¿Cómo te sientes? —Quería saber si estaba bien o si aún sentía alguna molestia por los medicamentos que estaba tomando.
—Estoy bien. Necesitando un baño. Y tomar mis medicamentos.
—¿Un baño? ¡Qué buena idea! Los medicamentos están en el cuarto, le pedí a Wanda que dejara todo arreglado. —Expliqué, pues tan pronto los padres decidieron irse yo mismo tomé todas