"Lisandra"
El mundo se desplomó a mi alrededor. Aquello no podía estar pasando, no ahora, no así. Miré al médico en completa confusión y él me correspondió con aquella mirada apaciguadora.
—Por lo visto no fue programado. —Concluyó.
—Tomo píldoras, desde que me volví sexualmente activa, siempre las tomé y nunca me olvido. —Fue lo que logré decir, como si eso explicara algo.
—Que por sí solo no es cien por ciento eficaz y por lo que me contaste, en el último mes estuviste tomando antibióticos y tuviste trastornos intestinales, eso ciertamente anuló el efecto de las píldoras anticonceptivas. —Explicó y me observó. Temblaba con el papel en mis manos.
—Lisandra, un hijo es una buena noticia. —El médico trataba de animarme.
—Sí, doctor. —No lograba decir más nada.
—¿Puedo llamar a alguien para que venga a buscarte? —Se dio cuenta de que estaba asimilando la noticia y que no me estaba sintiendo bien.
—No es necesario. ¿Qué hago ahora? —Sabía que un hijo era una bendición. No sabía có