Jackson Johnson
Llegué a mi ático con un dolor de cabeza que hace mucho tiempo no tenía, tenía tantas cosas en la cabeza dando batalla y eso me restó el concentrarme del todo.
—Señor Johnson, bienvenido. —saludó el ama de llaves.
—Gracias, señora Green.
— ¿Quiere que en quince minutos sirva la cena? —negué.
—Gracias, pero no tengo hambre. —pude ver en su mirada sorpresa. — ¿Puede guardarlo? —ella asintió lentamente. —Gracias.
—Es el costillar que le encanta. —comentó al pasar por su lado, sonreí a su táctica, pero realmente no tenía hambre.
—Gracias, pero hoy no cenaré.
—Disculpe mi intromisión, pero… ¿Se encuentra bien? —detuve mi camino en el primer escalón, suspiré y miré en su dirección.
—Tengo dolor de cabeza, si me da hambre más tarde, yo mismo lo calentaré, muchas gracias por preguntar.
— ¿Quiere una pastilla para el dolor?
—Gracias, se lo agradezco. —ella c