UN ÁNGEL EN GARANTÍA. CAPÍTULO 54. Una compensación especial
UN ÁNGEL EN GARANTÍA. CAPÍTULO 54. Una compensación especial
La veterinaria no se movía. Sostenía el bisturí con firmeza, apuntando directo al pecho de Ivan como si tuviera años de experiencia peleando en trincheras; y su expresión era la de alguien que había tomado la decisión de defender su territorio... ¡como una de las gatas callejeras a las que recogía!
—¡Ni un paso más! —advirtió, los ojos bien abiertos—. Puedo amarrar un becerro en diez segundos y castrarlo en ocho. ¡Y el que se acerque va a correr el mismo destino!
Ivan frunció el ceño, entre divertido y sorprendido. Sari, en cambio, levantó ambas manos con calma.
—¡Eh, eh! —dijo, acercándose con pasos cortos—. Tranquila, ¿sí? No hace falta drama. Mira, todos estamos nerviosos. Pero nadie quiere lastimarte, y menos a tu animalito de compañía.
Le hizo un guiño señalando a Pavel, que parecía a punto de despertarse de su sopor con aquel escándalo.
La veterinaria no bajó el bisturí, pero tampoco se movió.
—¿Y yo cómo sé que lo qui