CAPÍTULO 78. De un pánico paternal a una mujer que lo ha perdido todo
CAPÍTULO 78. De un pánico paternal a una mujer que lo ha perdido todo
El silencio que siguió fue más pesado que el plomo, y Maggie sentía como si se estuviera ahogando.
—Creo que tengo una mala noticia para ti —murmuró—. Llamaste en el momento equivocado, en el momento justo en que estoy sentada delante del detective del caso y él tiene mi teléfono—. Así que acabas de amenazar de muerte a una bebé —dijo, con los labios apretados—. ¡Y además en altavoz!
—¡¿Qué?! —exclamó Pamela, claramente perdiendo la compostura—. ¡Apágalo! ¡Esto no puede usarse! ¡No autorizo nada!
—Demasiado tarde, Pamela —escupió Maggie—. Que me hayas mandado a secuestrar a mí es una cosa, pero ¿admitir el secuestro de una menor delante de un detective…? Esto acaba de volverse un juego distinto.
Maggie miró al detective con las lágrimas inundando sus ojos mientras la llamada se cortaba abruptamente.
—¿Eso le sirve?
—Más que suficiente —respondió él, cerrando su carpeta—. Pamela Wyndham se acaba de incriminar sola. C