8. SABIOS CONSEJOS
Raquel Martínez.
— Hola Joel —lo saludo, esbozando una media sonrisa.
— Hola —me devuelve el gesto—. Qué gusto verte otra vez.
Tomó asiento a mi lado, giró su torso hacia mí y apoyó su brazo del respaldo del banco.
— ¿Cómo estás?
— De lo mejor —miento.
— ¿Segura? —cuestiona, levantando una ceja.
Muevo la cabeza en un gesto afirmativo, mirando el suelo. Pero mi mente me falla, recordando las palabras de Erick y lo estúpida que soy, mis ojos se llenan de lágrimas que me niego a soltar.
Joel colocó su mano en mi mentón para así obligarme a mirarlo.
— ¿Te ocurrió algo?
— No, tranquilo.
— No llores —me pide, y es en ese momento que noto como una lágrima baja por mí mejilla—. A ver, sé que a penas nos conocimos hace unos días. Pero puedes confiar en mí, Raquel.
Dudo entre si contarle o no, sé que a penas nos conocemos, pero algo en su mirada me dice que es así como dice él, por lo que inhalo, exhalo y procedo a decirle todo, desde lo que sucedió con mi padre hasta lo que sucedió hoy.
Él per