NARRADOR; Raquel.
No tengo ni idea de qué hora es.
Lo único que tengo claro es que es más de media noche y, si no lo es, pronto lo será.
He querido llamar a Erick pidiéndole que venga a casa, pero mi orgullo no me lo ha permitido así que aquí estoy.
Otra vez sola en mi habitación.
Por más que intento no puedo conciliar el sueño; mi mente no para de pensar y pronto me veo a mi misma poniéndome de pie incapaz de seguir aquí.
Me coloco las pantuflas y salgo de la habitación. Todo está a oscuras así que camino sosteniéndome de la pares que está a mi izquierda para evitar cualquier cosa.
Cuando llego al final del pasillo consigo ver un poco por las luces que entran por los ventanas que hay en la sala y bajo las escaleras. Dudó un momento en si encender las luces y al final decido dejarlas apagadas, por lo que avanzo directo a la cocina.
Una vez allí enciendo la luz y rebusco dentro de la nevera a ver qué puedo prepararme debido a que me ha empezado a dar hambre.
Saco todo lo que necesito p