40. SOLO ALÉJATE
Raquel Martínez.
De manera lenta la puerta de la habitación se abre a la vez que produce un molesto sonido, por inercia me incorporo en la cama y es cuando veo a un Erick con claras señales de haber tomado entrar a la habitación.
— ¡Erick, me tenías preocupada! —me levanto de la cama—. ¿Dónde te habías metido?
— En... en... no lo recuerdo —suelta una risa por lo bajo.
— Erick estoy hablando en serio —cruzo los brazos sobre mi pecho—. ¿Por qué llegaste borracho? ¿Por qué no me...?
— Ya para de preguntar tanto —se queja.
Camina hacia mí mientras se sostiene de todo lo que ve a su paso para no caerse, una vez se posa frente a mí me toma de la cintura buscando más cercanía entre nosotros.
— Mejor hagamos otra cosa más... divertida que estar hablando.
Susurra a centímetros de mi rostro y el fuerte olor al alcohol hace que las náuseas quieran aparecer otra vez así que coloco mis manos sobre su pecho y lo alejo de mí.
— Olvídate de eso Erick, hasta que no me respondas...
Callo cuando me lanz