"Manuela"

Pasé el domingo sola, ya que Flávio estaba de guardia, así que aproveché para poner orden en mis estudios. Cuando trabajaba en el centro comercial, estudiaba por la mañana; era un ritmo diferente. Pero después de ir a trabajar con Heitor, me cambié al turno de noche y me resultó bastante difícil, ya que llegaba a la escuela ya cansada. Pero así es la vida.

Aun así, el día fue bastante productivo. Cuando Flávio llegó esa noche, ya tenía la mesa puesta, esperándolo. Últimamente parecía muy estresado. Se acercó a mí y me agarró de esa forma suya, levantándome del suelo y dándome un beso que me quitaba el aliento, aplastándome contra la pared.

Inmediatamente crucé las piernas alrededor de su cintura y le rodeé el cuello con los brazos. Estaba tan bueno, olía tan bien, que solo su olor me ponía cachonda. "Ay, pequeña, solo quiero hundirme en tu cuerpo ahora mismo, solo quiero sentirme dentro de ti". Habló con los ojos cerrados, su frente pegada a la mía, su mano traviesa deslizán