“Heitor”
Después de una noche increíble con la mujer de mi vida, me desperté con una energía inexplicable. Tendría todo el día a su lado y estaba emocionado.
Fui a la cocina a preparar el desayuno. Estaba terminando de hacer la tortilla cuando sentí sus brazos rodeándome y su boca dándome un beso en la espalda. Fue una delicia recibir esa sorpresa. Volteé la tortilla al plato y me giré para mirarla, quien se puso de puntillas para besarme.
“Mmm…”, gemí de placer al romper el beso. “¡Creo que esta casa es mágica!”.
“¡Yo también lo creo!”, sonrió Samantha. “Me encanta este lugar”.
“Entonces acerté. Aquí es donde construiremos nuestra casa”, dije entre besos en su cuello. “¿Cuándo quieres empezar a decorar?”.
“¿Decorar?”, rió Samantha con ganas. "Todavía no te he perdonado."
"Pero adelante, es solo cuestión de tiempo y de que te lo suplique un poco más", le dije, sonriéndole con seguridad. "Mientras tanto, puedes decorar nuestra casa. Estaría bien tener una cama en esa enorme suite de ar