"Samantha"
Desperté abrazada a ese hombre guapísimo que me hacía sangrar el corazón. Pero allí, en esa cama, con su cuerpo junto al mío y su aroma impregnándome, lo único en lo que podía pensar era en cuánto lo deseaba.
Cuando dijo que era mío, por un segundo me aferré a sus palabras y deseé que fueran sinceras. Por un instante me dejé llevar por la ilusión que me regalaba.
Quería sentirlo de nuevo, quería despedirme de su cuerpo. Sin pensarlo, me desvestí y conecté físicamente con él, y lo que sentí allí, a horcajadas sobre él, estaba completamente fuera de mi control. Quería sentirlo y quería que hiciera vibrar mi cuerpo, quería que me devorara como tantas veces antes, voraz, descontrolado, sediento.
Pero no estaba preparada para eso. Se negó a follarme y me hizo el amor, lento y apasionado, haciéndome tocar las estrellas en plena mañana soleada. Y me destrozó de una forma que ni siquiera puedo explicar; solo sé que es irreparable.
Al poseerme, me hizo una declaración de amor y pose